domingo, 22 de agosto de 2010

Jorge Ramella expuso su versión sobre los hechos

Contando LA OPINION con todos los datos concernientes a las instancias atravesadas por Ramella en la causa “Leiva, Adriana s/denuncia” y al tanto de la situación procesal que mantiene al profesional con arresto domiciliario, se concertó con él una entrevista en su casa.

En el lugar, los periodistas fueron recibidos por su esposa e hijos, que los condujeron hasta un ambiente apartado, donde se inició una breve conversación.
Antes mismo de la inquisitoria, el médico admitió su falta: “Sí, yo firmé ese certificado que llegó a mis manos, en la administración de la clínica (Pergamino S.A.)”, aunque no recuerda quién o quiénes se acercaron a él para realizar el trámite, sólo tiene suposiciones.
- ¿La señora de Duarte era su paciente? ¿Es posible que haya sido ella o su marido quienes se acercaron a usted pidiendo que les firmara el certificado?
- No, no era mi paciente ni los conocía. En aquella época los certificados de nacimiento eran distintos, no incluían los datos que tienen los de ahora. Los médicos sólo dábamos fe del nacimiento de un bebé, agregando nada más si era masculino o femenino. Esto se hacía en el área de Administración. El resto de la información filiatoria la completaban los padres con el personal administrativo.
- ¿Cuál es su hipótesis de lo ocurrido en enero de 1977?
- No lo recuerdo, pero era habitual que me pidieran que firmara estos certificados que luego se completaban en Administración. Hoy veo, a la distancia, lo que pudo generar pero en aquel entonces no estábamos acostumbrados, como ahora, al fraude y la irregularidad. Es posible también que haya habido complicidad de personal de la clínica con los apropiadores, como puede ser también que este personal haya estado presionado por
la Policía que intervino en la entrega de la criatura (Dina Buffe).
- Entonces es factible que haya firmado una constancia de nacimiento previo a que se completaran los datos y se supiese la identidad del neonato…
- Sí, pero nunca a conciencia de que se le daría ese uso. Es que en 1977 no sabíamos aún de los desaparecidos ni de la existencia de niños nacidos en cautiverio o secuestrados a sus padres que luego eran entregados a otras familias. Todo eso lo supimos después, nada conocíamos de estas prácticas al momento que yo firmé el certificado.
Según pudo saber
LA OPINION, el matrimonio Duarte que se apropió de Gabriel Matías Cevasco, se disolvió poco después de la adopción apócrifa. Roberto Duarte abandonó el hogar hace muchos años y hoy es buscado por Interpol, ya que se presume que estaría en Estados Unidos. Margarita Fernández de Duarte crió sola a su hijo, con quien aún sigue manteniendo relación, incluso luego de que Matías se reencontrara con su familia biológica. Ella también está procesada en la causa.
El doctor Jorge Ramella, de 77 años, se encuentra a la espera del juicio oral y público luego que
la Cámara de Casación revocara el sobreseimiento de la instancia de Apelación. Desde hace un mes cumple con arresto domiciliario, contando con autorización para movilizarse con custodia hasta la Clínica Pergamino los lunes, miércoles y viernes por dos horas, ocasión en que se realiza chequeos médicos y terapia de rehabilitación debido a que cuenta con un precario estado de salud.

La Opinión de Pergamino